25 de Julio, en teoría el día grande de Galicia, la fiesta por excelencia de los gallegos, pero este año no ha sido así, este año, el destino ha querido que Galicia llore, que sufra en su día especial y que muchas vidas llenas de planes, inquietudes e ilusiones, se trunquen en cuestión de segundos. Es increíble ver lo frágiles que podemos llegar a ser, a escasos minutos de llegar a reunirte con los tuyos, algo sucede y sin más, tu vida se acaba y desgraciadamente, cambia la de todos aquellos que te rodean.
En estos momentos, es complicado encontrar palabras de consuelo, pero si podemos alentar a esas personas que han sido afectadas por tal tragedia e intentar que sus vidas sigan, aunque un poco más vacías.
Desde aquí, todo nuestro apoyo y ánimo para aquellos que han perdido a un familiar o un amigo en las vías del tren de Santiago ayer por la tarde.
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